El aire acondicionado provoca resfriados

El clásico. Los resfriados los causan virus. El AC no los crea. Lo que sí puede pasar es que ambientes fríos o muy secos irriten la mucosa y te hagan sentir más vulnerable.
Consejo Thermoaqua: Mantén la temperatura moderada (23–26 °C en verano, 19–21 °C en invierno) y la humedad relativa alrededor del 40–60 % (modo Dry o apoyo con humidificador si hace falta). Así no conviertes el salón en un iglú… ni tu garganta en un desierto.

Dormir con el AC encendido te deja la garganta hecha polvo

No es el AC en sí, sino ajustes extremos (temperatura muy baja, flujo directo al cuerpo) y filtros sucios.

Cosnejo Thermoaqua: Cambia el hechizo pon modo Sleep, lamas mirando hacia arriba y ventilación suave. Y, por favor, una limpieza de filtros cada poco (cada 1–3 meses)… Descubrirás que el “monstruo” era polvo. Y evita bajar de 22–24 °C en noches templadas.

Encender y apagar ahorra más que mantenerlo estable

Imagina que un vampiro entra y sale de su ataúd cada cinco minutos: ni descansa ni vuela mejor. Con el AC pasa parecido. Los equipos inverter no sufren grandes picos y trabajan mejor con ajustes estables. Forzar ciclos cortos suele empeorar la eficiencia y el confort.
Consejo Thermoaqua: Mejor ajustes estables y programaciones (temporizador, termostato inteligente). Apaga si te vas >1–2 horas; para ausencias cortas, baja la carga (modo Eco).

El modo Dry ‘enfría menos pero gasta igual’

Deshumidificar puede mejorar el confort con menos descenso de temperatura, y en algunos escenarios reducir consumo. Bien usado puede ser tu as bajo la manga en noches húmedas. Si notas la sábana pegada, prueba Dry antes de invocar al 22 °C.
Consejo Thermoaqua: Alterna Cool/Dry según clima y sensación pegajosa.

Cuanto más frío, más rápido enfría

Ojalá, pero no. El setpoint no es un acelerador, es un destino. Poner 17 °C no hará que el compresor corra más; solo te llevará a un sitio demasiado frío… y a una factura que da susto.
Consejo Thermoaqua: Ajusta 1–2 °C por debajo de tu confort objetivo y espera a que la temperatura se estabilice.

El aire acondicionado ‘consume lo que consume’ y no puedo cambiarlo

Aquí hay buena noticia: tú mandas. Filtros limpios, puertas y ventanas bien selladas, persianas que dan sombra y un mantenimiento anual pueden recortar el gasto con más eficacia que cualquier conjuro.
Consejo Thermoaqua: Haz un chequeo de otoño con pequeños gestos consigues un gran efecto: menos ruido, más caudal, y un compresor que no tiene que resucitar cada temporada. 

Checklist “antiescobas”

• Filtros limpios y rejillas sin decoraciones que bloqueen el flujo.

• Modo Sleep/Auto por la noche.

• Programas de encendido antes de llegar a casa.

• Setpoints moderados y lamas sin soplarte directo.

• Revisión anual profesional.

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